PodCastizo nº.89: Homenaje a Mariano José de Larra.

Nuestro amigo Juan Carlos, miembro de la Tertulia Ramoniana, caracterizado frente a la tumba de Mariano José de Larra y de Ramón Gómez de la Serna en la Sacramental de San Justo.

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El 24 de marzo de 1909, en los altos de Fornos, o lo que quedaba de aquel famoso café decimonónico después de un primer cierre en 1908 y su reapertura como Gran Café, en la calle de Alcalá esquina con Virgen de los Peligros, se celebró un acto que pasaría a los anales literarios de la Nación. El homenajeado, en la fecha del centenario de su nacimiento, era Mariano José de Larra.

Las reuniones en homenaje a Larra de la bohemia cultural madrileña del cambio de siglo habían comenzado con las visitas a la tumba de Larra, el día 13 de febrero de 1898 y 1901, enmarcadas en los intentos de regeneracionismo tras la crisis del 98 y también en las algo más que veladas cuitas entre los literatos “viejos” y los nuevos aires jóvenes que venían pisándoles los talones. El mundo ha cambiado poco. Además, en el Café Pombo, su Sagrada Cripta, Gómez de la Serna renovaría en 1923 su homenaje a Larra con su famoso Banquete de fisionomías y trajes de época, ataviándose al modo de la época romántica todos los asistentes al cenáculo.

En la reunión de Fornos, un centenar de personas se dieron cita. Larra presidió aquella velada algo más que en espíritu, ya que se le reservó el lugar presidencial, dejando la silla vacía y convenientemente dispuesto el cubierto. Los instigadores principales, Ramón Gómez de la Serna y la que fue por un tiempo su amante Carmen de Burgos, Colombine, se situaron ambos a izquierda y derecha, respectivamente, del lugar reservado al espíritu, o algo más, de Mariano José. La crónica publicada en Prometeo, la revista fundada por Ramón:

Alrededor de una larga mesa se sentaron más de cien comensales. En la presidencia había un cubierto preparado para «Fígaro», y sólo algún necio hubiese dicho que estaba vacío el sitio. A la derecha estaba sentada «Colombine», vestida de seda negra, pálida por la emoción de estar al lado del muerto ilustre; Ramón Gómez de la Serna estaba a la izquierda del homenajeado, y trazaba a «Fígaro» en voz baja la silueta de los que estaban sentados a su alrededor, no olvidándose de hacer los honores de la mesa a «Colombine», cuidando al alargarle los entremeses de no pasar el brazo descortesmente por delante de «Fígaro».

Larra, en “El Museo Universal”

Mariano José de Larra nació en Madrid el 24 de marzo de 1809, en las casas de la moneda que hubo en el número 23 de la calle de Segovia (la placa conmemorativa está en Pretil de los Consejos, 11) y murió en nuestra ciudad el 13 de febrero de 1837, en la calle de Santa Clara, nº3, esquina a la Calle de la Amnistía. Su famoso suicidio, uno de los acontecimientos culminantes del romanticismo español, aconteció en esta última casa, tras su desafortunada entrevista con Dolores Armijo.

Sus ideas ilustradas y su educación a la francesa, sus ideales de renovación de una España convulsa y maltratada, matizan el espíritu del romanticismo en Larra. Su actividad literaria se abraza así directamente con la generación del 98, y de ahí los homenajes que hoy aquí rememoramos. En realidad, en nuestro tiempo siguen estando plenamente vigentes los motivos que movieron el espíritu de Fígaro, continuado en el 98 y al que tantas veces se acoge la doliente España, acaso en los últimos años más que nunca.

Larra retrató Madrid y a los madrileños como pocos, tomándolos como ejemplo de los males de las Españas. Igual que en su palabra escrita queda testimonio del Madrid que conoció, del mismo modo en todo Madrid queda recuerdo de su vida, en el Colegio Imperial de la Calle de Toledo o las Escuelas Pías de San Antón en la Calle de Hortaleza, donde estudió; en la Iglesia de San Sebastián de la Calle de Atocha, donde se casó y también donde tuvieron lugar sus funerales; en Caballero de Gracia nº 21, donde vivió un tiempo; en el busto erigido en su honor en la Calle de Bailén, obra de Jesús Perdigón; en su tertulia del Café de El Parnasillo, en la Calle del Príncipe; en sus objetos personales conservados en el Museo Nacional del Romanticismo, en el número 13 de la Calle de San Mateo; en sus retratos en el Ateneo de Madrid (Calle del Prado, 21) o en la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (Plaza de la Villa, 2), lugar este último en el que se muestra a cada visita el documento de inscripción de Larra en esta sociedad ilustrada, donada, como otros muchos objetos, por su descendiente Jesús Miranda de Larra. En su última morada, que también ha cambiado de lugar en Madrid, primero en el Cementerio del Norte, luego en Méndez Álvaro y finalmente en el Cementerio Sacramental de San Justo, donde reposan sus restos en el Panteón de Hombres Ilustres de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles.

Momento del homenaje a Larra en su tumba en el Cementerio Sacramental de San Justo el pasado 16 de febrero de 2019.

A este último lugar nos dirigimos, pues PodCastizo fue testigo y participó en un nuevo homenaje a Larra en el lugar donde reposan sus restos, junto a otras glorias nacionales. Este homenaje se celebra de nuevo desde hace pocos años, anualmente, en el aniversario de su muerte, por un grupo de entusiastas amantes de las letras inspirados por la filóloga Dra. Concha de Olhaberriague. Asistió también a este emotivo acto el mencionado Jesús Miranda de Larra. El acto se celebró con gran cariño y emoción por parte de los participantes, con alegría, orgullo y con la solemnidad que emana del verdadero sentimiento. Desde estos micrófonos invitamos a todos nuestros oyentes a participar en este acto cívico y cultural el año que viene.

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